Justamente hace pocos días pensaba, ¿y a partir de qué año empezarán a tocar los alternativos de los 90s así como hoy tocan la música de los 80s? Bueno, en lo que respecta a Radio Z, parece ser que no llegará esa fecha.
En fin, he visitado algunos de los foros en los que se aborda este tema, como Comentarios en www.peruenlinea.pe y Comentarios en www.forosperu.net. Incluso en Facebook se ha abierto un grupo en contra del cierre de esta emisora (Grupo en contra del cierre de Radio Z en Facebook). Estas páginas incluyen algunos comentarios de grueso calibre, totalmente irrelevantes y muchos otros más interesantes, aunque siempre enfocados desde el punto de vista de un seguidor de la radio que, de pronto, se queda desorientado y sin esta alternativa.
La crítica fundamental es acerca de la conversión de la radio, de la mano de su nuevo propietario, a un formato centrado en la cumbia. Ahora, es lógico suponer que los nuevos dueños conocen el sector (de hecho, poseen otras radios, la mayoría orientadas al género cumbia y afines). Pero valdría la pena preguntarse, ¿qué fue lo que compró y por qué?
La radio es, ante todo, una industria que vive de la publicidad de sus anunciantes (clientes), pero que sin embargo, se alimenta y crece con sus oyentes (usuarios). Es obvio que no podrían existir clientes sin usuarios y que, además, son los usuarios (radioescuchas) los que definen el tipo de cliente que tendrá la radio. Así por ejemplo, y poniendo un caso del sector televisivo para que la idea quede más clara, si tengo un canal de TV orientado al público femenino, como Utilísima Satelital, tendré un tipo de anunciantes muy distinto al de Speed TV, orientado al automovilismo. Pero ¿qué pasaría si alguien compra un canal femenino y le cambia el formato para dedicarlo al automovilismo?
Volviendo al caso que nos ocupa, y asumiendo que el comprador gana con la compra de Radio Z, es obvio que no compró la cartera de clientes, tampoco la base de usuarios, sino probablemente otro activo que no por poco visible es menos importante: una frecuencia importante en el ya saturado dial limeño. La siguiente pregunta sería ¿cuál es el mejor modo de rentabilizar esta frecuencia?
A la luz de los hechos, se está cambiando un segmento pequeño pero probablemente más rentable por otro más masivo (y popular), y debido a ello, ya no se tendrá como cliente a una compañía de seguros, pero seguramente sí a marcas de alimentos. ¿Se sale ganando en el intercambio? Sin conocer los estudios, es difícil tener una respuesta más o menos exacta; sin embargo podemos considerar que el segmento "oyentes de rock & pop" de Lima se distribuye entre menos emisoras que el segmento "oyentes de cumbia", probablemente en una proporción de tres emisoras de cumbia por una de rock & pop. Esto quiere decir que si los oyentes de cumbia son más de tres veces más numerosos que los oyentes de rock, y seguramente lo son, en el intercambio se saldría ganando en cuanto a radio oyentes (usuarios).
Otra variable es el precio por segundo de publicidad. En principio, no existe motivo por el que el precio debiera ser el mismo para ambos segmentos. En este sentido, si el segmento rock & pop es un nicho de mayores ingresos, a igualdad de número de oyentes las pautas publicitarias en una radio de este tipo debieran ser más caras. Dado que es la radio orientada a la cumbia tendría más oyentes, sucederá lo contrario, es decir que este último tipo de emisora tendrá también un precio por segundo más alto.
Este es un razonamiento súper simplificado de cuáles podrían haber sido los motivos detrás de la "muerte" de Radio Z sólo Rock & Pop y su posterior renacimiento como "La Calle", una emisora que no escucharé pero que seguramente será muy rentable para sus nuevos propietarios.
La siguiente pregunta sería ¿entonces no hay espacio en Lima para emisoras de nicho (rock, alternativo, pop, AC, etc.)? Esa es una pregunta que en algún momento ya habrá oportunidad de analizar, pero la respuesta ya está en nuestro dial.
