viernes, 15 de enero de 2010

Un réquiem por Telestereo

Es algo irónico que mi retorno al blog sea por otra radio que desaparece del dial. Pero esta vez no se trata de cualquier radio, sino de una que supo hacerse un espacio no solamente en el dial, sino en el corazón de muchos (aunque no millones de) oyentes fieles. Yo soy uno de ellos, y hoy estuve escuchando inútilmente aquella vieja frecuencia de los 88.3 FM esperando que en cualquier momento cesara la repetición de oldies y reapareciera alguna voz conocida, jingle, o incluso sus comerciales tan característicos.



Nunca sucedió. Llegué a mi casa y con tristeza comprobé que no sonaba ni en la internet. Para mi fortuna, luego descubrí que era mi explorador y tuve que desempolvar el Windows Media Player para escuchar nuevamente la radio.

Pero no es lo mismo, no es lo mismo. Si con tantos receptores de radio en Lima, no fue suficiente para mantener a la radio, ¿habrá más conexiones de internet, IPODs con Wifi y demás artilugios similares junto con gente que encuentre el modo de tener uno a la mano sin desconectarse del resto de sus actividades? Ciertamente lo dudo, y si bien es cierto, los costos deben ser seguramente menores, tampoco se abre una radio por pura filantropía, menos en esta época donde una frecuencia (licencia) debe estar muy cotizada y probablemente sea uno de los activos más importantes que tenga una radio de nicho, como era Telestereo 88.3 FM.

Tengo tantos recuerdos de la radio que este cierre intempestivo es como la muerte de un viejo amigo o casi hermano, de ésos que siempre estuvieron cerca en los momentos más significativos de tu vida. Un amigo con el que creciste y con el que compartiste aventuras y desventuras. Tal vez esté particularmente nostálgico hoy, pero vienen a mi mente tantas cosas:
  • Cuando a los 13 años descubrí la radio y encontré que tocaba mucha mejor música de la que en ese entonces era mi favorita: Panamericana (en sus épocas de gloria, cuando hacía conciertos en el Amauta y marcaba el paso en lo referido al pop rock comercial). Recuerdo que me acostaba escuchando Telestéreo y al día siguiente en las mañanas, desde las 6 am tocaban puras versiones especiales de las canciones de ese entonces, como una que viene directo a mi mente: Things can only get better de Howard Jones.
  • Al poco tiempo descubrí el American Top 40 con Casey Kasem, el cual expandió no sólo mis horizontes musicales (¿alguna vez han escuchado "If ever you're in my arms again" de Peabo Bryson, "I can dream about you" de Dan Hartman o a "On the dark side" de John Cafferty & the Beaver Brown Band en alguna radio fuera de Telestéreo?) sino que también empezó a enseñarme que el inglés era más que un curso en la clase, sino que era una forma nueva  de comunicarse y de entender el mundo.
  • En esos tiempos andaba prendido de la radio y con cassettes en blanco a la mano para grabar las canciones que pasaban pues no las interrumpían y dejaban pausas entre una y otra. Con mi viejo amigo el Dux hacíamos competencia para ver quién grababa las mejores y más "exclusivas" canciones; la fuente siempre la misma: Telestereo. Más canciones que casi nunca las escuchaba en otras radios: The Way It Is de Bruce Hornsby and the Range, If you Leave y Forever Live and Die de OMD, por citar ejemplos.
  • Recuerdo luego que cambiaron el American Top 40 por el AC Top 20, también con Casey Kasem, supongo que por una cuestión de estilo. Me viene a la mente cuando luego de tocar el #1 "Let's go crazy" de Prince, pedían disculpas a los oyentes por los sonidos estridentes. Se notaba que sabían cuál era el perfil que buscaban mantener y consolidar.
  • En la universidad, mientras practicaba sobre mi tablero para los exámenes finales, recuerdo como escuchaba una canción a capella con acompañamiento de guitarra que me llamaba la atención por su hermosa tonada y letra que podía entender con facilidad. Tiempo después se convirtió en un éxito del mainstream y llegué a dedicársela a mi enamorada: More than Words by Extreme. De esa época: Swing the Mood de Jive Bunny and the Mastermixers, Rush Rush de Paula Abdul. Y recordar que era la única radio que pasaba la versión completa de (Everything I do) I do it for you de Bryan Adams.
  • Las tardes de sábado preparándome para salir escuchando el AC Top 20 o las repeticiones el domingo por la mañana, con toda mi familia, descansando en la sala con el viejo equipo encendido, sintonizado Telestereo y mis padres asombrados que escuchara radio en inglés desde el Perú. 
  • La primera vez que escuché alternativo en radio fue en Telestéreo cuando tocaron Creep de Radiohead o Black Hole Sun the Soundgarden. Luego de eso compartía mis horas de radio también con Miraflores (RM) y Doble 9 en la mejor época del rock alternativo y post grunge. Si no me equivoco, en ese entonces la Bianca de RM es la misma que tiempo después terminaría en Telestereo. Es más, creo que también llegó a pasar por Doble 9.
  • Durante algunas de esas tardes descubrí el programa de Diana García de Palacios, con su inolvidable estilo "oldie" y su excelente gusto para la selección musical. Me enseñó que en todos los tiempos hay joyas musicales, descubrí mucha música de 70s y anteriores que era muy buena, siempre en la onda AC.
  • Mi primer CD quemado con canciones estilo AC la mayoría de las cuales nunca escuché en una radio fuera de Telestéreo y probablemente nunca las escuche ya en un dial. Desde Engelbert Humperdinck hasta Michel Buble pasando por Level 42 y Simply Red.
  • Cuando empecé a trabajar, con mi radio al lado escuchando Telestereo, todo el mundo que se acercaba a mi sitio me decía "Qué buena música, ¿es CD?" y yo les decía que era radio y me pedían el número para poder ellos sintonizarla. Así llegué a "contagiar" algunas personas.  
  • En mi primer auto, siempre en el número 1, algo que duró hasta ahora (aunque no sé por cuánto tiempo más). Camino a la playa o al campo, de día o de noche, siempre Telestereo, salteado de tanto en tanto con Oxígeno o RPP (así es, se repite la historia, igual que mi papá, quien escuchaba RPP cuando yo era escolar). Y cuando alguien subía a mi auto, lo mismo:  "qué buena musica, ¿qué CD es?"
  • Luego vinieron todos esos programas nuevos, con disc jockeys que parecían haber sido elegidos para no parecerse a los de las otras radios. Trabajando por las noches escuchando jazz/blues, o world music, o los sábados con Beatles, "la música clásica del siglo XX". 
  • Y también, escuchando música agradable una tarde de domingo, con el equipo de sonido, con la familia alrededor, pero esta vez ya no la de mis padres, sino la mía. El milagro de la música uniendo nuevamente historias y generaciones distintas, gracias a Telestereo.
En un abrir y cerrar de ojos me vienen estos momentos y muchos otros más que seguramente guardaré para mí pues es imposible retratarlos fielmente con un puñado de palabras. Efectivamente, esta es una pérdida que significa mucho más que una emisora menos en el dial. Y como algunas vidas humanas, se fue sin avisar, sin chance de poder grabar aquel último programa o memorizar el nombre de aquellas últimas canciones que empezaban a gustar.

El comunicado que aparece en la web me deja más preguntas que respuestas. Probablemente no habrá un mañana para el nicho musical de Telestéreo en nuestro dial, en este mundo de grandes números y peleas por las audiencias más numerosas. Sin embargo, la música está ahí, esperando ser descubierta y escuchada, ése es el verdadero legado de Telestereo.

Telestereo ha muerto. ¡Larga vida a Telestereo!